Juan Pou

Juan Agustín Pou Flores (Santiago, 31 de enero de 1936 – Valparaíso, 12 de enero de 2017) nace en la comuna de Quinta Normal en Santiago. Su abuelo llegó desde España a Argentina, lugar donde nació su padre. Este último tocaba la guitarra y luego aprendió el piano. Su familia tenía una fábrica de hebillas para arnés de caballerías, en donde él también trabajaba.

Su sueño era ser concertista como Andrés Segovia, un famoso guitarrista de la época. A los 18 se compró su primera guitarra, pero no fue su padre quien le enseñaría a tocar… “nadie me quería enseñar, al contrario, mi abuelo me encontró con la guitarra y me anduvo dando unos coscorrones (…) porque según los viejos, la guitarra era la perdición porque nos íbamos a ir de farra (…), era como ‘tunante’, como le llamaban antiguamente los viejos”.

Con unos amigos formó el Trío Quinta Normal con quienes iban a tocar a fiestas, muchas veces debiendo salir a escondidas de su padre. Llegó a Valparaíso en el año 1965 invitado por Humberto Campos, quien era amigo de su padre, a ver el “Derby” y toda la fiesta de músicos y cantores que se formaba en torno a esta importante carrera hípica.

Grabó “por casualidad”, primero llevado por Pepe Fuentes para un disco de Los Guainas, y después grabó con Humberto Campos para discos de Los Huasos Quincheros y de Silvia Infantas, pero como era la costumbre de la época, los músicos de sesión que acompañaban a estos grupos nunca figuraban en la contracara de los discos, por lo que ni siquiera fogueados músicos, como Rafael Traslaviña, Iván Cazabón o el recientemente fallecido Ruben “Rabanito” Gaete, salen en los repartos. Más adelante, con Edmundo Alvear y Juan Rodríguez formo en Valparaíso el Trío San Juan. donde tocaban principalmente boleros de Los Panchos. Con ellos trabajaron un año en el American Bar, en las quintas de San Roque, así como en teatros y restaurantes.

Se presentaba junto a Lucy Briceño, Lucho Salas y César Olivares en El Rincón de la Guitarras, último local porteño que conserva toda la esencia de las viejas «casas de canto», en especial del recordado Nunca se Supo, en donde todos los viernes, sábado o vísperas de festivos se puede vivir como si nunca hubiese muerto todo el espíritu libre y festivo de la música en Valparaíso, donde no sólo hay cuecas, sino todo el amplio folclor latinoamericano, que es el sustrato del cosmopolita cancionero tradicional porteño.

Don Juan tiene una hermosa cueca con muletilla larga en donde usa de una manera muy interesante y espontánea la métrica, cueca que fue grabada por el grupo Alambique:

Mi puerto Valparaíso» mi puerto, Mi puerto “Pancho” querido mirando los cerros que lindo se ve, en sus noches de Año Nuevo mirando los cerros que lindo se ve, en sus noches de Año Nuevo y en su hermosa bahía, los barcos iluminados mirando los cerros que lindo se ve, parece un cuadro pintado. mirando los cerros que lindo se ve, mi puerto “Pancho” querido. Cuadros pintados, sí de su bella costanera mirando los cerros que lindo se ve caramba, con luna llena. Con luna llena, sí ascensores y escaleras mirando los cerros que lindo se ve parecen, como sus venas Miro con gozo y contento caramba, mi lindo puerto. (FUENTE: http://folclor-urbano.blogspot.com/2006/09/biografa-de-juan-pou.html)