Elías Zamora

cueca-valpo

Elías Toribio Zamora Oyarce (2 de diciembre, 1931 – 23 de marzo, 2018)

El «tío Elías», como se conoce cariñosamente al baterista de los grupos porteños La Isla de la Fantasía y Los Paleteados del Puerto, es uno de los pocos músicos que, con sólo tres platillos, un bombo, una caja y otra caja armónica de madera de fabricación propia, dan ritmo a cuecas, tonadas, valses peruanos, boleros, corridos, foxtrot y en general a los principales géneros de música popular del siglo veinte. (FUENTE: Música Popular)

El «Tio Elías» – Proyecto Fondart 2013 / Taller de panderos 

Elías Toribio Zamora Oyarce (2 de diciembre, 1931 – 23 de marzo, 2018) nació en el cerro San Roque, frente a las tradicionales quintas de recreo que allí funcionaban, al lado de donde también nació Mascareño. Era el menor de 12 hermanos. Su padre era de Nogales y su madre de Peñuelas, pero ambos murieron cuando él era aún un niño. Su padre, de oficio carpintero, tocaba la guitarra, pero no de manera profesional.

La historia de vida del tío Elías es también la historia de un hombre que conoció como la palma de su mano las quintas de San Roque; sin ir más lejos, la suegra de su hermana era la nombrada “Vieja de las cazuelas”, doña Carmen Gaete de Urtubia, dueña de la Quinta Urtubia, que hacía gala de su sobrenombre porque en la misma quinta tenían un gallinero en donde el cliente podía pedir, por ejemplo, una gallina castellana o una negra, la cual preparaban ahí mismo y era servida en la misma olla para que cada persona se sirviera cuanto quisiera .

Su relación con la música comenzó desde que era muy pequeño. Acostumbrado a recorrer las quintas cuando ni siquiera habían aparecido las radios, tenía junto a sus amigos un grupo que se hacía llamar “Los demonios del Copacabana”, cuando Elías tenía alrededor de 14 años. Tocaban principalmente marchinhas, chorinhos y guarachas en los clubes de Valparaíso, pero por vergüenza lo hacían detrás del escenario y casi todos con instrumentos artesanales.

El debut del tío fue en la Quinta Gutiérrez en San Roque. Un día Mario Gómez, un baterista “que chicoteaba las cuecas en el zinc del techo”, faltó, y como conocían su afición por la percusión, él lo reemplazó como a la edad de 16 años. El tío ya trabajaba en construcción, oficio que desempeñó esporádicamente gran parte de su vida. En el grupo que acompañó, compuesto por músicos ya mayores, había guitarra, piano y banjo, y tocaban fox-trot, boogie woogie, corridos, valses, de todo. Al otro domingo cuando lo fueron a buscar, el tío se escondió porque le daba vergüenza tocar en público, pero los cien pesos que le pagaban por jornada no eran como para desaprovecharlos y continuó tocando. Después lo llamó la señora Alba Rosa, nombrada dueña de quinta, quien tocaba arpa, piano y mandolina, y fue con ella con quién comenzó a salir por años a los rodeos de la zona de Aconcagua, Olmué, Llay-Llay, el Alto del Yugo y a tocar, por supuesto, en su quinta.

Su primera batería se la hizo él mismo. Les ponía un tarro duraznero con brasas para que no se le soltara el cuero de la batería y como tampoco tenía atril para los platillos, los colgaba del techo de la ramada o de donde estuviera. El tío Elías es también conocido por integrar uno de los grupos de cuecas que más renombre ha dado a Valparaíso en los últimos 15 años, éstos son “Los Paleteados del Puerto”, grupo que nace, según recuerda el tío, en el Club de Cueca Margarita Riquelme, que debe su nombre a la madre de Lucy Briceño. Allí conocen a Alberto Rey, de larguísima trayectoria nacional e internacional quien, después de realizar algunos ensayos y juntar a quienes serían los músicos que tocarían, los invitó a Santiago para realizar en el año 1991 la primera grabación de este grupo con Rony Medel en la producción.

El grupo inicial lo integraban Lucy Briceño quién recibía a Rey cada vez que éste viajaba a Valparaíso, Carlos Gallardo, Raúl Olivares, Carlos García y el tío en la batería. Junto a la siguiente conformación, integrada por Gloria Arancibia, Carlos Gajardo y el tío Elías, se presentaron dos veces en el Festival de Viña, en la competencia nacional y como parte del show. En el año 2004 ganaron el premio Apes y el Altazor. (FUENTE:  Folclor Urbano / Felipe Solis P.,)

«El tío Elías Zamora»