
Eres un arco iris de múltiples colores
tú, Valparaíso, puerto principal;
tus mujeres son blancas margaritas,
todas ellas arrancadas de tu mar.
Al mirarte de Playa Ancha, lindo puerto,
allí se ven las naves al salir y al entrar;
el marino te canta esta canción:
«Yo sin ti no vivo, puerto de mi amor.»
Del cerro Los Placeres yo me pasé al Barón,
me vine al Cordillera en busca de tu amor.
Te fuiste al cerro Alegre, y yo siempre detrás;
¡porteña buena moza, no me hagas sufrir más!
La plaza de la Victoria es un centro social,
avenida Pedro Montt, como tú no hay otra igual,
mas yo quisiera cantarte con todito el corazón,
¡Torpederas de mi ensueño, Valparaíso de mi amor!
En mis primeros años yo quise descubrir
la historia de tus cerros jugando al volantín;
como las mariposas que vuelan entre las rosas
yo recorrí tus cerros hasta el último confín.
Yo me alejé de ti, puerto querido,
y al retornar de nuevo, te vuelvo a contemplar;
la joya del Pacífico te llaman los marinos,
y yo te llamo encanto, como Viña del Mar.
Las dos vertientes del vals peruano -la de Lima por el sur, y la de Chiclayo por el norte- han sido cultivadas por cantantes chilenos como Lucho Oliva, Lorenzo Valderrama y Palmenia Pizarro. La vertiente limeña intensificó los atributos musicales del vals con trazos melódicos del inmigrante andino y elementos rítmicos afroperuanos. El vals de Chiclayo, en cambio, recibió la influencia del pasillo y del estilo cantinero ecuatoriano. Este es un vals más popular que encontró en la música cebolla chilena una plataforma ideal para continuar su expansión por las costas del Pacífico. Después de Lucho Oliva, fue el cantante peruano Lucho Barrios quien difundió en Chile la práctica del vals cantinero desde 1960, con su estilo plañidero y sus floreos de la guitarra con el canto, logrando su plena consolidación en el país. (FUENTE: El intenso intercambio musical entre Chile y Perú, Juan Pablo González).
Cultores
Presente
Lucy Briceño / Los Crack del Puerto – Juan «Juanín» Navarro y Luis Alberto Gómez «JM» / Luis Alberto Martínez / Kennya Comesaña / Claudio Silva Rey / Giggio Zamora / Las Porteñitas / Demian Rodríguez / Bloque Depresivo – «El Macha»
Pasado

Víctor Acosta hizo canciones en diversos géneros y las dedicó a más de una ciudad chilena, pero su crédito universal es haber compuesto un vals y en él haber escrito el estribillo »Del cerro Los Placeres yo me pasé al Barón / me vine al Cordillera en busca de tu amor / Te fuiste al Cerro Alegre y yo siempre detrás / porteña buenamoza, no me hagas sufrir más».
Cantor porteño, eternamente asociado a la bohemia, parte de la fama de Jorge Farías radica en haber sido quien primero popularizó «La joya del Pacífico», en una sentida versión que fue previa a la de Lucho Barrios. Pero el tiempo le dio una identidad más amplia que la de ese vals clásico, definida por el cariño popular hacia su canto y su figura, y por completo ajena a la dinámica de promoción de la industria del disco. Su biografía enlaza por eso datos en apariencia contradictorios, como ser el único músico con una estatua en Valparaíso pese a haber muerto en la pobreza, sin siquiera un lugar fijo de residencia. Su voz y su característica imagen (de eternos anteojos oscuros, también en las noches) aparecen en una de las escenas clave de Valparaíso, mi amor, la película de Aldo Francia estrenada en 1969.
Peruano de nacimiento pero porteño por adopción musical, Carlos Dávila Galarza es uno de los integrantes de La Isla de la Fantasía, elenco de Valparaíso que ha mantenido vivas las tradiciones de la canción popular del puerto. Hasta su muerte en 2011, este guitarrista y cantante aportó al conjunto la experiencia de más de medio siglo de música y vida compartida con la cantante Silvia Pizarro, más conocida como Silvia La Trigueña.
(FUENTE: musicalpopular.cl)
«Las Joya del Pacífico» – Muchas versiones, una misma canción
Ver y escuchar
(Haga clic sobre el menú en el rincón superior izquierdo para ver la lista de videos)